viernes, 15 de febrero de 2013

El Papa Benedicto renunció para evitar el arresto, confiscación de la riqueza iglesia por Pascua




La renuncia sin precedentes históricos de Joseph Ratzinger como Papa esta semana se vio obligado por una próxima acción de un gobierno europeo para emitir una orden de arresto en contra de Ratzinger y un embargo preventivo contra la propiedad pública del Vaticano y de los activos de la Pascua.

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El Papa Benedicto XVI  busca inmunidad y protección  en el  presidente italiano Giorgio Napolitano para el 23 de febrero

4 de febrero 2013
Al Presdente della Repubblica Italiana Giorgio Napolitano
Presidenza della Repubblica
c / o Palazzo del Quirinale
00187 Roma
Italia                                

  
Estimado Presidente Napolitano,

En nombre de nuestro Tribunal y de las personas de conciencia de todo el mundo, y de los millones de víctimas de abuso iglesia, estoy haciendo un llamamiento a usted con respecto a su próxima reunión con Joseph Ratzinger, quien se retirará pronto como el Papa Benedicto XVI, el Papa de la Iglesia de Roma.

Nuestra opinión es que, a raíz de la presión de tenerlo renunciar a su cargo debido a su probada complicidad en el encubrimiento de la trata de niños en su iglesia y otros crímenes contra la humanidad, Joseph Ratzinger se solicita la intervención del gobierno italiano para asegurar la protección y la inmunidad de procesamiento legal.

No necesito recordarle, señor Presidente, que en virtud del derecho internacional y los tratados que han sido ratificados por Italia, usted y su gobierno tienen prohibido otorgar dicha protección a aquellos que, como Joseph Ratzinger que han ayudado e instigado la acción penal, como ordenar obispos y los Cardenales de Estados Unidos y otros países para proteger a los violadores conocidos niño entre su clero.

Su obligación ante el Vaticano a través de los Tratados de Letrán no niega o anula los requisitos de estas leyes morales superiores e internacional, ni requiere que le otorga ninguna protección o inmunidad a una sola persona como Joseph Ratzinger, sobre todo después de haber dejado su papal oficina.

La necesidad de que respeten el derecho internacional y no ser visto en connivencia con Joseph Ratzinger es aún más cierto cuando se tiene en cuenta la enormidad de los crímenes de los que el Vaticano y sus más altos funcionarios son claramente culpables, según la evidencia considerable reunido y documentado por nuestro Tribunal y otros grupos, y reconocida por muchos gobiernos.

En Canadá solamente, la Iglesia Católica Romana y sus agentes del Vaticano han sido declarados culpables de genocidio y la responsabilidad de la muerte de al menos 50.000 niños menores aborígenes en el sistema iniciado jesuita indio escuela residencial, que funcionó hasta 1996.

En Irlanda, más de 10.000 mujeres sufrieron y fueron explotados en las Lavanderías Católica plazo Magdalena, donde muchos de ellos murieron. Similares gestionados por la Iglesia instituciones de todo el mundo han causado enorme mortalidad, la enfermedad y la ruina de millones de niños. Y sin embargo, la Iglesia nunca ha tenido que rendir cuentas o procesado por estas muertes y el robo de una enorme riqueza de las naciones enteras.

Con la reciente iniciativa de al menos un gobierno europeo y una gran cantidad de abogados para llevar Joseph Ratzinger y otros funcionarios de la iglesia a juicio por estos crímenes, creemos que es responsabilidad de usted ni para ayudar ni para ser visto a ayudar o condonar el intento de lo de evadir, impedir o retrasar la justicia, no sea que te abres a la acusación de ser cómplice de un crimen.

En nombre de nuestro Tribunal y de muchas personas que no pueden hablar, les pido que pararse en la ley de las naciones y de la humanidad, y no ofrecen ningún apoyo o protección a Joseph Ratzinger o sus accesorios en su intento de evadir la responsabilidad de sus crímenes comprobados.

Espero su respuesta y de discutir esto con usted más cuando visite el país en mayo con una delegación de derechos humanos para investigar este asunto más de cerca.

Atentamente,

Kevin D. Annett, MA, Maestría en Divinidad.

Secretario, el Tribunal Internacional de Crímenes de Estado y la Iglesia
Central Office, Bruselas






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