Líderes del Movimiento Apostólico, que vive en rápido crecimiento entre las iglesias protestantes de Cuba denuncian amenazas por parte de funcionarios del gobierno de destruir una propiedad de la iglesia ubicada en el centro de la ciudad de Camagüey. Además denuncian hostigamientos a familiares de los miembros de la iglesia, según informa la ONG cristiana Christian Solidarity Worldwide (CSW).
El pastor Bernardo de Quesada, líder nacional del grupo de iglesias ha denunciado públicamente que existe una orden por parte del Ministerio Provincial de la Vivienda para que demuelan un espacio que utiliza la iglesia para las reuniones.
El pastor Quesada señala que la demanda formulada por el funcionario de vivienda, Leonel Risco Franco, contradice el documento de autorización para la construcción del local, emitido por otra agencia del gobierno.
Líderes de las iglesias también denuncian presiones por parte del gobierno sobre los familiares de los miembros de las congregaciones. Así como cortes del servicio de electricidad. El teniente coronel Orlando Porfirio Pérez, que no asiste a la iglesia, y su esposa Nuvia Acosta Ortiz, no tienen electricidad en su casa desde el 9 de octubre y no han recibido ninguna respuesta a las reiteradas quejas presentadas por escrito a los funcionarios del gobierno. Ellos creen que es un intento de presionar a su hijo, un líder de adoración de una iglesia afiliada al Movimiento Apostólico.
Iglesias afiliadas al grupo han sido objeto de multas reiteradas y han confiscado o destruido sus propiedades. Varios de sus dirigentes, entre ellos pastor Omar Gude Pérez ha sido encarcelado en diversas ocasiones. Los funcionarios del Comité Central de la Oficina del Partido Comunista de Cuba para Asuntos Religiosos (ORA) se han negado a registrar el grupo religioso.
Andrew Johnston, director de abogacía de CSW comenta que "una vez más hacemos un llamado al gobierno cubano a respetar la libertad religiosa de todos sus ciudadanos y para instruir a los funcionarios del gobierno a nivel nacional, provincial y municipal a cesar su acoso al Movimiento Apostólico y otros grupos religiosos”.
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