El presidente Hugo Chávez tiene un plan para superar la grave crisis eléctrica que amenaza con dañar la economía de Venezuela y hundir su popularidad: ahorro energético, instalación acelerada de plantas térmicas y la ayuda de Dios: “Porque Dios es bolivariano”.
En un evento con deportistas, el mandatario socialista mostró el martes en la noche su fe en que llegarán las lluvias y se recuperará el nivel de los embalses, de donde el país petrolero obtiene el 70 por ciento de su generación eléctrica, pese a los malos augurios de sus adversarios.
“Los escuálidos (opositores) están ligando a que no llueva. Pero va a llover más, compadre, tú vas a ver, porque Dios es bolivariano, Dios no puede ser escuálido. La naturaleza está con nosotros“, dijo, enfundado en un traje negro con la característica camisa roja que identifica al oficialismo.
Chávez utiliza el apelativo “bolivariano” como sello político para identificar las obras de su revolución socialista con el prócer Simón Bolívar, héroe de la independencia latinoamericana del yugo español en el siglo XIX.
Incluso cambió el nombre del país a República Bolivariana de Venezuela en la carta magna que impulsó tras asumir la presidencia del país socio de la OPEP.
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