Arribamos al final de un tiempo
que ha sido "tenido en cuenta", de acuerdo a la tradicion biblica: el
tiempo de la "Cuenta del Omer", periodo de siete semanas o 49 dias
contabilizados a partir de la segunda noche de Pesaj.
Es decir, hemos tendido un puente
en el tiempo propiamente dicho, un puente compuesto con uno de los materiales
mas conocido por nosotros, a saber: un dia, una semana, hasta arribar al tiempo
total antes establecido.
Sabemos, como personas, la
dimension de un dia. Entendemos, como seres humanos, el correr de los mismos,
haciendose semanas. Y hasta alli nos pide llegar la tradicion judia: no avanzar
hacia meses, ni siquiera hacia los años, porque ellos presentan una realidad a
veces distante, otras, distinta.
Asi es que llegamos a esta nueva
celebracion contando -como dijimos- noche tras noche, los dias y semanas del
"Omer". Tiempo que nos acerca a un lugar, nos eleva hacia una
montaña, nos invita a prestar oidos y poner nuestro corazon al servicio de un
instante unico, irrepetible y, por sobre todo, trascendente. Shavuot, la fiesta
de este tiempo transcurrido de dias/semanas, nos regala un presente de manos
del Creador: Su Tora, por medio de Su Palabra, traducida como los Diez
Mandamientos.
Asi es que llega el 6 de Sivan,
en el calendario hebreo. Cincuenta dias no mas desde aquella noche egipcia que
puso fin a siglos de oscuridad en la existencia del pueblo judio. El camino por
el desierto tenia un proposito, por cierto. No seria el errar ni la perdicion ,
el proyecto Divino. No. Eso dejemoslo a los historiadores que no pueden avanzar
mas que sus propias geografias y confunden -cual extraviado en las arenas del
mediodia- el designio de lo Divino frente al especular humano.
La salida del Egipto faraonico
tenia una meta: "Envia a Mi pueblo" era el "grito de
batalla" elevado por Moshe. Pero alli no concluia el clamor: el versiculo
posee otro final: "Veiaabduni", o sea "Para que Me sirvan a Mi",
hablaba el Todopoderoso por boca de su enviado.
"Servir a D-s"
significaba abandonar por siempre la esclavitud egipcia para ingresar a otra
suerte de servicio: a D-s, el D-s de Abraham, Itsjak e Iaacov... Tal como
afirmaba el poeta y sabio judeoespañol, Rabi Iehuda haLevi: "El esclavo de
esclavos, es esclavo por la eternidad; solo el que sirve a D-s es el hombre
verdaderamente libre".
La cima del Monte Siani seria el
punto de partida. La mas pequeña de las montañas, al decir de los sabios. El
Todopoderoso no requiere de grandes alturas para presentarse ante el hombre.
"Y esta te sera a ti por
señal", habia advertido entonces D-s a un incredulo Moshe en los
prolegomenos de su mision. "Al salir este pueblo de Egipto, Me serviran a
Mi en esta montaña". Moshe, entonces, permanecia impavido ante lo
inexplicable. No comprendia. Seguia absorto en su vision. Escuchaba mas no
entendia. Todo lo veia, pero aun deberia entender. Por entonces su gran
pregunta era: "¿Por que la zarza -que ardia en fuego- no se terminaba de
consumir?"
Estaba frente a ese arbusto
pequeño, ardiendo en el fuego. Era el comienzo de su noble mandato. Liberar a
Israel. Conducirlo hasta los pies de esa montaña. Abrevar a esa multitud de
Palabras. Palabras de vida, orden moral, sentido etico. Palabras de la Tora.
Cincuenta dias despues de salir de Egipto, se acercaba el tiempo de Matan Tora.
Asi es como Shavuot, la Fiesta de
las Semanas, privilegia con este su primer nombre, el sentido mismo del Tiempo,
sentido primero y excluyente para el esclavo liberado. Sin tiempo propio, sin
el dominio de mi propio tiempo, toda imagen de liberacion es solo una realidad
virtual.
Salir de Egipto debe ser parte de
la realidad. En cada generacion, en cada epoca, a cada instante, el hombre debe
verse a si mismo como si el mismo estuviera saliendo de Mitsraim. Ejercicio
fisico, por un lado; dinamica espiritual, por el otro. Solo teniendo en cuenta
al tiempo -dominio terrenal del hombre- es que se puede arribar a Shavuot =
Tora, en nuestra ecuacion.
"Y debes saber que no es
verdaderamente libre sino aquel que se dedica al estudio de la Tora",
aseveraban los maestros de la Tradicion Oral, en el Tratado de Avot.
Asi es que llega Shavuot. No
privilegiando el paso del tiempo sino mi paso por el tiempo, que es
sensiblemente diferente...
La tradicion liturgica, en el
Ritual de Oraciones, nos sugiere un nombre mas para la festividad: "Zeman
Matan Toratenu", es decir "Tiempo de Entrega de Nuestra Tora".
Vuelve aqui tambien nuestro vinculo inclaudicable con el Tiempo. Pero ya no
solo con el nuestro: al tiempo terrenal, humano, se "le suma" otro,
el Celestial, Divino
Ciertamente no seran
coincidentes. Al decir del rey David en sus Salmos: "...Mil años son ante
Ti como un dia que ha pasado". ¡Vaya si son diferentes de acuerdo a esta
percepcion! ¡Un dia de D-s equivale a mil nuestros, en el pensar del monarca! Y
ese Tiempo Celestial se asocia a una Entrega: la Tora, Celestial tambien ella.
La tradicion judia ancestral acuño una frase: "Tora min haShamaim",
que significa "la Tora proveniente de los Cielos", adjudicandole a la
misma la autoria del Creador. Asi lo revela el texto biblico, al referirse a
las Primeras Tablas de la Ley: "Y las Tablas, de Piedra eran, y la
Escritura, Escritura Divina, grabada sobre las piedras". Material y
Escritura Divinas.
Sin embargo, el nombre en la
plegaria hace saber el destino: Matan = Entrega; Toratenu = de Nuestra Tora...
Una vez descendida de los Cielos -darian a entender los sabios- perteneceria al
reino de lo terrenal, habitaria entre los hombres para no regresar mas a su
recinto de Santidad.
Shavuot es tiempo de Entrega de
la Tora. En el mes de Sivan, tercero del calendario. A cincuenta dias de la
liberacion de Egipto. Servir a D-s significaria para esa nacion de esclavos, escuchar
-todos y cada uno de acuerdo a su potencia- lo primero, lo esencial, lo
sublime: "Yo soy HaShem, Tu D-s, que te he liberado de la tierra de
Egipto, de la casa de la esclavitud".
Ante todo debo saber quien soy,
de donde provengo. Y la Tora lo deja bien claro desde un principio. El segundo
paso es saber donde me dirijo. La elocuencia del Sinai, alli en medio de la
Entrega de la Tora, no tarda en pronunciarse: "No tendras otros dioses
delante de Mi..."
Haber dejado atras la esclavitud,
presupone el ejercicio de mi libertad fisica y, por sobre todo, espiritual, por
eso es que mis pasos deben dirigirse hacia lo sublime, lo eterno. No hay
posibilidad para la idolatria en el hombre libre, pareciera insinuar nuestra
Tora. Y si hay lugar para la idolatria, entonces pensemos a que tipo de
libertad hemos llegado y alcanzado.
Shavuot, la Fiesta de las
Semanas, propone un saber: de donde vengo, y un conocer: hacia donde voy...
Es por ello que me habla de Matan
= Entrega de la Tora. No se menciona la recepcion. No escuchamos en las fuentes
aquello de un "Tiempo de Recibir Nuestra Tora". ¿Por que? nos
preguntamos. Nuestros maestros -de bendita memoria-lo respondieron: la Sagrada
Tora fue entregada una sola vez, no mas. Recibirla se la puede y se la debe
recibir todos los dias, todos los tiempos...
Esta idea, un principio de la
cosmovision rabinica referente a la Tora, su estudio y su asuncion como cosa
individual y colectiva, responde en parte a la pregunta de Moshe, en el
mismisimo Monte Sinai, que aun permanece formulada: "¿Por que es que no se
consume el arbusto?" El fuego que arde sin consumirse es como el alma de
cada hombre. Cuando ese hombre intenta alcanzar la dignidad, la gloria, la
majestuosidad que le fue conferida desde que fue creado por el Creador, entonces
se aviva el fuego, perdura mas alla de los limites establecidos, y es entonces,
cuando libre, se aproxima a escuchar la Palabra del Creador. Es entonces,
cuando libre, que transita por los caminos de la Creacion.
Caminos que el rey Salomon en sus
Proverbios definia, cuando de Tora hablaba: "Sus caminos, son caminos
agradables; y todas sus sendas conducen a la paz..."
Shavuot, Semanas, Matan Tora es
la parada en el camino de lo moral y de la vida. Para saber "de donde
provienes y hacia donde te diriges". Ni mas ni menos.
Fuente
masuha.org
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