lunes, 30 de noviembre de 2009

El "no" suizo a los minaretes preocupa en el Vaticano


Ciudad del Vaticano, 30 nov (EFE).- El "no" de los suizos a la construcción de nuevos minaretes preocupa en el Vaticano, donde el presidente del Consejo Pontificio para los Emigrantes, Antonio María Veglió, dijo hoy que comparte las manifestaciones hechas por los obispos helvéticos, que dicen es un golpe a la libertad religiosa.

"Estoy en la misma línea que los obispos suizos", afirmó hoy el arzobispo a los medios italianos.
Ya el pasado día 27, durante la presentación de un mensaje del Papa a los emigrantes, en el Vaticano, Veglió se mostró contrario a la iniciativa suiza y dijo que no se puede impedir la libertad religiosa de las minorías (en el caso suizo).
Hoy, el diario vaticano L'Osservatore Romano, bajo el título "El 'no' suizo a los nuevos minaretes daña la libertad religiosa", se hace eco de la preocupación mostrada por los obispos suizos tras el voto del domingo, al que califican de "un duro golpe a la libertad religiosa y a la integración".
Según los prelados helvéticos, citados por el vespertino de la Santa Sede, el "no" suizo "complica las cosas para los cristianos que viven en países donde la libertad religiosa ya está limitada".
También consideran el "no" como un "obstáculo" en el camino de la integración a través del diálogo y en el respeto recíproco".
Según el portavoz de la Conferencia Episcopal Suiza, Walter Müller, aumentan los problemas de "cohabitación entre religiones y culturas.
La Iglesia católica, recordó el diario del Vaticano, ya antes del voto subrayó que la prohibición de construir minaretes "no ayuda" a los cristianos oprimidos o perseguidos en los países islámicos, "más al contrario "deterioraría su credibilidad en esos países.
Felix Gmür, secretario general de la Conferencia Episcopal Suiza, en declaraciones a Radio Vaticano, dijo hoy que el "sí" a la prohibición ha venido de "aquellos que tienen miedo a los que vienen de lejos y se cierran en sí mismos".
Gmür denunció la campaña electoral "tan dura" realizada.
Asimismo, aseguró que tanto en este caso como en el de los crucifijos (la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que establece que la presencia de crucifijos en las aulas públicas "vulnera" el derecho de los padres de educar a los hijos en sus propias convicciones y de libertad religiosa del alumnado) no pueden ser considerados "hechos privados".
"La religión no puede ser un hecho privado. Quienes apoyaban el referendo decían que la religión tiene que ser una cosa privada, que cada uno puede rezar donde quiera, pero no en lugares públicos. Al mismo tiempo se llaman cristianos, pero para un cristiano el culto no puede ser solo una cosa privada", dijo el prelado.
Gmür señaló que es necesario un debate que clarifique, "ya que la sociedad está desorientada".
También dijo que se vence el miedo cuando se vive junto y a este respecto destacó que en ciudades como Basilea y Ginebra, donde vive el mayor número de musulmanes, el referéndum fue rechazado.

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